miércoles, 3 de abril de 2013

Todavía una realidad

A mediados de la década de los 80 comenzó a aumentar la tuberculosis nuevamente en algunos países. El sida, los hacinamientos poblacionales, las malas condiciones sanitarias de muchas zonas urbanas, los albergues para personas sin hogar y las prisiones han hecho que vuelva a ser un grave problema de salud. Se estima que un tercio de la población mundial presenta uan forma latente de esta patología.
Todas las personas que viven en condiciones infrahumanas o marginales, expuestas a la pobreza, constituyen un grupo de riesgo, no obstante, también puede darse en personas bien alimentadas. El personal sanitario que está en contacto con tuberculosis tiene riesgo de padecerla si no se vacuna.

Síntomas:
- Fiebre.
- Fatiga.
- Adelgazamiento.
- Tos.
- Expectoración con sangre ( hemoptisis).

No debe confundirse con otras enfermedades infecciosas con síntomas parecidos.
La principal tarea de prevención es social. Han sido los avances sociales, más incluso que los médicos, los que han facilitado la reducción de la enfermedad en el último siglo, un descenso que se inició antes de que aparecieran nuevos fármacos curativos.
El estricto cumplimiento del tratamiento, que no puede abandonarse hasta que lo determine el médico, es condición indispensable para la curación.
Hoy en día, la tuberculosis aparece rara vez en las comunidades con buenas condiciones de vida, por lo que se recomienda una buena nutrición y unas condiciones higiénicas aceptables. Probablemente, si todos pudieran vivir bajo tales circunstancias, la tuberculosis desaparecería.

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