jueves, 7 de marzo de 2013

Escucha...

Hoy vamos a hablar de la sordera profesional.
La exposición continuada a niveles de ruido elevados tiene como efecto la pérdida de audición, pero también puede aumentar el estrés y multiplicar el riesgo de sufrir un accidente.
La pérdida de audición se va produciendo de una forma gradual y sin dolor por lo que los trabajadores expuestos apenes perciben los primeros síntomas.
Poco más tarde se dan cuenta de que:
- Les cuesta seguir conversaciones, sobre todo en ambientes ruidosos.
- Perciben sonidos o zumbidos en los oídos.
- Piden que se baje el volumen de la televisión o la radio para seguir la conversación.
- Al hablar con amigos o familias piden que hablen más alto.
- Necesitan pedir a la gente que repitan lo que acaban de decir.

Dado que la enfermedad se desarrolla a lo largo de los años y los primeros síntomas se detectan mediante simples audiometrías, el principio básico para su detección es la exploración audiométrica periódica.
Por eso es recomendable que los trabajadores expuestos a ruido lleven a cabo reconocimientos médicos.
Como la pérdida auditiva inducida por ruidos es permanente, es muy importante aplicar medidas para reducir la exposición.
Esto incluye la reducción del ruido en la fuente ( utilizando máquinas y equipos más silenciosos o aislándolas mediante cubiertas insonorizadas) o el uso de dispositivos protectores individuales, como tapones para los oídos y auriculares de insonorización.

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